miércoles, 26 de enero de 2011

¿ SERA LA CULPA DE LA VACA?


LA CULPA ES DE LA VACA
En estos tiempos en que la economía , la sociedad , la familia y nuestro entorno se torna difícil , muy seguidamente , quizás como un mecanismo de defensa ya aprendido por nosotros, buscamos la solución a nuestros problemas buscando un culpable en vez de reflexionar si somos parte del problema y lo que es mejor “ buscar una real solución , practica, eficaz”, un investigador el Profesor Fernando Cepeda , produjo un impacto reflexivo en muchos de nosotros con LA CULPA ES DE LA VACA , así es que para iniciar el 2011, seria bueno reflexionar , y es por esto que , les comparto LA CULPA ES DE LA VACA
LA CULPA ES DE LA VACA*
Este texto, cuyo resumen fue publicado
originalmente por el profesor Fernando
Cepeda en su columna habitual de El
Tiempo, es una excelente demostración de
una conducta muy nuestra relacionada con
la ramificación de la culpa.
Se estaba promoviendo la exportación de
artículos colombianos de cuero a Estados
Unidos, y un investigador de la firma
Monitor decidió entrevistar a los
representantes de dos mil almacenes en
Colombia. La conclusión de la encuesta fue
determinante: los precios de tales productos
son altos, y la calidad muy baja.
* Michael Fairbanks, “Cultural Matters: How Values Shape
Human Progress”, en Lawrence E. Harrison y Samuel P.
Huntington (eds.), Changing the Mind of a Nation. Elements
in a Process for Creating Prosperity. Nueva York, Basic
Books, 2000, pp. 268-281. Contribución personal de
Fernando Cepeda Ulloa

El investigador se dirigió entonces a los fabricantes
para preguntarles sobre esta conclusión.
Recibió esta respuesta: no es culpa nuestra;
las curtiembres tienen una tarifa arancelaria
de protección de quince por ciento para impedir
la entrada de cueros argentinos.
A continuación, le preguntó a los propietarios
de las curtiembres, y ellos contestaron: no
es culpa nuestra; el problema radica en los
mataderos, porque sacan cueros de mala calidad.
Como la venta de carne les reporta mayores
ganancias con menor esfuerzo, los cueros
les importan muy poco.
Entonces el investigador, armado de toda
su paciencia, se fue a un matadero. Allí le dijeron:
no es culpa nuestra; el problema es que
los ganaderos gastan muy poco en venenos
contra las garrapatas y además marcan por todas
partes a las reses para evitar que se las roben,
prácticas que destruyen los cueros.
Finalmente, el investigador decidió visitar a
los ganaderos. Ellos también dijeron: no es
culpa nuestra; esas estúpidas vacas se restriegan
contra los alambres de púas para aliviarse
de las picaduras.
La conclusión del consultor extranjero fue
muy simple: los productores colombianos de
carteras de cuero no pueden competir en el
mercado de Estados Unidos “¡porque sus vacas
son estúpidas